Entrevista a Guillermo Sánchez Porta (Docentes en Marcha), sobre política educativa K y CTERA, por Andrés Sarlengo (Contrapuntos)

Docentes en Marcha

"Es una política para destruir la escuela pública y avanzar en la mercantilización de la educación".

Guillermo Sánchez Porta - Docentes en Marcha 2

La definición es contundente acerca de las políticas educativas K, las cuales contaron con la complicidad de la burocracia de CTERA y lo explica el integrante de Docentes en Marcha en esta entrevista realizada por Andrés Sarlengo, durante el 3er. Congreso Nacional de Educación que tuvo lugar los días 22 y 23 del corriente en Buenos Aires, para su programa Contrapuntos que se emite por FM Nostalgia de Venado Tuerto (Santa Fe).

Entrevista a Sebastián Henríquez (SUTE - Godoy Cruz, Mendoza), sobre la situación educativa provincial y nacional, por Andrés Sarlengo (Contrapuntos)

sute godoy cruz

"Nosotros en Mendoza hemos acuñado el término de inclusión cínica"

Sebastian Henriquez - SUTE Godoy Cruz - Mendoza 2

Durante el 3er. Congreso Nacional de Educación, Andrés Sarlengo conversó con Sebastián Henríquez, Secretario General del Sindicato Unido Trabajadores de la Educación, seccional Godoy Cruz (Mendoza), sobre la realidad educativa mendocina y nacional, las paritarias, la lucha docente y la mentada inclusión educativa en reportaje para su programa Contrapuntos que se emite por FM Nostalgia de Venado Tuerto (Santa Fe).

NOTICIAS DEL 27/11/14 (PRENSA LATINA - CAPAC)

PL - CAPAC - SINTESIS

27/11/14

Destacan importancia de solidaridad mutua entre Guatemala y Cuba

Guatemala.- La importancia de la solidaridad mutua entre Guatemala y Cuba fue destacada por el embajador Carlos de Céspedes, quien aludió a la amistad mostrada por los guatemaltecos y a las vidas salvadas por médicos cubanos. "Ustedes (los guatemaltecos) son excelentes personas y anfitriones. Llevo en el país un mes y unos días y me parece que estoy en Guatemala desde hace dos, tres, cuatro años; y eso se lo debo precisamente a la amistad, al amor, al cariño que viene de este pueblo", indicó el diplomático durante una actividad cultural.

Embajador cubano destaca en Bolivia labor humanitaria del ALBA

La Paz.- La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) desarrolló una gran labor humanitaria desde su fundación, hace una década, destacó el embajador cubano en Bolivia, Benigno Pérez. Pérez fue uno de los oradores de la actividad de recordación del X aniversario de la fundación de la entidad, celebrada en la sede de la Cancillería boliviana, en la cual participaron el ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, y los embajadores de los países miembros acreditados.

Recibió canciller francés a directora del Cenesex de Cuba

París.- El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, recibió aquí a la directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (Cenesex), Mariela Castro. En el encuentro, efectuado en la sede de esa dependencia, la destacada sexóloga cubana hizo una amplia exposición sobre el trabajo que realiza el centro a favor de los derechos humanos en general y en particular de la comunidad LGBTI (Lesbianas, gais, Bisexuales,trans e intersexuales).

Cuba respaldará posición de Bolivia en reunión del G-77, viceministro

Nuestro rector de siempre (La Pupila Insomne)

Fidel - ELAM

Por Gloria M. León Rojas

Hace 15 años en noviembre de 1999, el Comandante en Jefe Fidel Castro inauguró la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), en el marco de la Cumbre Iberoamericana.

En el anterior noviembre (21), en su discurso en el Fórum de Ciencia y Técnica Fidel analizaba el desastre provocado por los huracanes George y Mitch que habían azotado a Centroamérica y el Caribe. Revisaba la situación socio económica de los países pobres y la miseria como la causa fundamental de los problemas de salud; de cuánto podría hacerse si una parte de los gastos de las guerras imperialistas se dedicaran a causas más nobles; los efectos del cambio climático y alertaba de la amenaza a la especie humana.

Al análisis sustentado en cifras convocaba a la acción constructiva y demostraba la importancia de la voluntad política para enfrentar los retos de la pobreza, verdadera devoradora de los seres humanos. Cuando las imágenes dantescas del desastre dejaban de ser noticias llegaban a las áreas devastadas las constituidas brigadas médicas cubanas, surgía el Programa Integral de Salud (PIS), para socorrer a los desamparados, sin tener en cuenta si sus gobiernos tenían o no relaciones diplomáticas con Cuba, si votaban a favor o en contra del bloqueo norteamericano a Cuba, si eran amigos o enemigos. Pero estos países necesitaban tener nuevos médicos, hacer sustentable los sistemas de salud. Para contribuir a la formación de esos recursos humanos Fidel anunció el otorgamiento de becas para estudiar medicina, a jóvenes humildes, de lugares apartados y de las etnias o pueblos originarios, -principalmente de los países azolados por los huracanes-, quienes debían formarse con una concepción humanista, médicos de ciencia y conciencia, para quienes la medicina no debía ser una mercancía, ni el paciente un cliente. Médicos que se convirtieran en misioneros, en ángeles, en guardianes de la salud y que regresaran a sus lugares de orígenes.

Parecía una idea quijotesca, utópica, no viable. ¿Cómo Cuba país pobre y bloqueado podría llevar adelante la formación de miles de médicos gratuitamente? ¿Y regresarían a sus países esos médicos y con tales ideas?

Nace una Escuela, una doctrina.

En el Fórum de Ciencia y Técnica el Dr. Juan D. Carrizo recibió una nota de parte de Chomy (Dr. José Miyar Barruecos), -entonces Secretario del Consejo de Estado- que debía presentarse en su rectorado e ir a la Academia Naval. Lleno de interrogantes llegó a la cita con Chomy, el director de la Academia Naval, compañero Duque y el oficial de fragata Eladio Valcárcel. El objetivo era evaluar si la instalación podía transformarse en una escuela de medicina. Al regreso al Palacio de las Convenciones el Comandante los esperaba. La respuesta fue afirmativa. El Ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro cedía la emblemática institución. Los dos hermanos compartían el mismo altruismo, los sueños y la voluntad de contribuir a un mundo mejor.

Hace apenas unos días, el 15 de noviembre de 2014, la ELAM cumplió sus quince de inaugurada y en una ceremonia sencilla y emotiva presidida por el Dr. José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del CCPCC y Vice Presidente de los Consejos de Estado y Ministros; el Ministro de Salud Pública, Dr. Roberto Morales Ojeda y el Rector de la ELAM, Dr. Rafael González Ponce de León, se conmemoraba el histórico acontecimiento. Jorge Risquet Valdés, miembro del CCPCC se encontraba presente como un símbolo del internacionalismo cubano. Reconocimientos especiales fueron otorgados a Fidel, artífice de un proyecto que trascenderá nuestros tiempos; al Presidente Raúl Castro; al Dr. José Miyar Barruecos y al Dr. Juan D. Carrizo, (postmorten), Rector - fundador y se inauguró la Sala de Historia con su nombre.

El rector, Dr. Ponce de León informaba que en estos 15 años “como resultado del proyecto se han graduado hasta la fecha 24 mil 486 profesionales de 83 países, de ellos, más de 3 mil 600 son especialistas en Medicina General Integral y mil 221 realizaron una segunda especialidad. La matrícula actual es de 6075 estudiantes de 117 países, distribuidos en las Universidades y Facultades de Ciencias Médicas del país”.

Cuba inesperada (La Pupila Insomne)

Actividad economica cubana

emily-morris

Por la Dra. Emiliy Morris *

¿Cuál es el veredicto sobre la economía de Cuba, casi un cuarto de siglo después de la caída del bloque soviético? La historia que generalmente se cuenta es sencilla, con un mensaje claro.

En ella se describe una alternancia cíclica de la política gubernamental entre momentos de capitulación pragmática a las fuerzas del mercado, que eran responsables de todos los progresos, y los períodos de rigidez ideológica y la reafirmación del control del Estado, que son responsables de todas las dificultades económicas (1).

Después de la disolución del bloque comercial CAME, los observadores norteamericanos de Cuba estaban seguros de que la economía socialista estatal enfrentaría un colapso inminente. “Cuba necesita una terapia de choque, un cambio rápido a los mercados libres”, declararon. La restauración del capitalismo en la isla era “inevitable”; cualquier demora entrañaría no sólo obstaculizar el desempeño económico, sino que  sería infligir graves costos humanos y desacreditar los logros sociales de Cuba. Dada su obstinada negativa a embarcarse en un curso de la liberalización y privatización, la “hora final” de Fidel Castro había, por fin, llegado. (2)

El problema con este razonamiento es que la realidad ha fracasado visiblemente en cumplir con sus predicciones. A pesar de que Cuba enfrentó excepcionalmente graves condiciones, sufrió el peor shock externo de cualquiera de los miembros del bloque soviético y, gracias al largo embargo económico de los EE. UU., ha enfrentado un entorno único hostil a nivel internacional, su economía ha tenido resultados parejos con otros que pertenecieron al CAME, ocupando el décimo tercer lugar entre los 27 de los cuales el Banco Mundial tiene datos completos.

Cuba Inesperada - Figura 1

Figura 1

Producto Interno Bruto real per cápita, Cuba y las economías en transición

1990 - 2013

Como muestra la Figura 1, su trayectoria de crecimiento ha seguido la tendencia general para las “economías en transición”: una profunda recesión a principios de los noventa, seguido de una recuperación que demoró alrededor de una década en restaurar la renta nacional per cápita real a su nivel de 1990, aumentando aproximadamente el 40 por ciento por encima de ella en 2013. (3)

No hay duda de que los cubanos han sufrido graves dificultades desde 1990, pero en términos de resultados sociales, otros países del CAME lo han pasado peor.

Cuba Inesperada - Figura 2

Figura 2

Tasas de mortalidad infantil, países seleccionados, 1990 - 2010

Como se muestra en la Figura 2, la tasa de mortalidad infantil de Cuba en 1990 era del 11 por mil, ya mucho mejor que la norma del CAME; para el año 2000 se había reducido a sólo el 6 por mil, una mejora más rápida de lo que muchos de los países de Europa central que  se habían refugiado bajo las alas de la Unión Europea. Hoy en día es de 5 por mil, mejor que los EE. UU., de acuerdo con estimados de la ONU, y muy por encima del promedio de América Latina.

Datos de esperanza de vida, que se muestran en la Figura 3, dan un panorama similar: en Cuba, la esperanza de vida se elevó de 74 a 78 años en el transcurso de la década de 1990, a pesar de un ligero aumento en las tasas de mortalidad para los grupos vulnerables durante los más difíciles años de la crisis. Mientras tanto, en los otros miembros del CAME, el aumento de la pobreza contribuyó a que se redujera el promedio de 69 a 68 años. Hoy Cuba tiene la mayor expectativa de vida entre todos los ex miembros del bloque soviético, y entre los más altos de América Latina. (4)

Cuba Inesperada - Figura 3

Figura 3

Esperanza de vida al nacer, países seleccionados, 1990 - 2012

La opinión de Miami

Estos resultados han sido pasados por alto en gran medida por los especialistas principales fuera de la isla, un grupo mayoritariamente financiado y asentado en los Estados Unidos, y abrumadoramente dominado por émigré "Cubanólogos", como se definen a sí mismos, que son profundamente hostiles al régimen de La Habana. (5)

Las principales figuras desde 1970 han incluido a Carmelo Mesa-Lago de la Universidad de Pittsburgh, “el Decano de los Estudios de Cuba” y autor de más de treinta libros; y su frecuente co-autor Jorge Pérez-López, director de asuntos económicos internacionales para el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, un negociador clave del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y a la cabeza por muchos años de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE). La publicación anual de la ASCE, “Cuba en Transición”, publicada desde Miami, ofreció una serie de esquemas para la reestructuración de la economía de la isla siguiendo patrones capitalistas. Como el título de su revista sugiere, los cubanólogos trabajaron con las suposiciones de la “economía en transición”, que surgió como una rama de la economía del desarrollo en la década de 1990 para gestionar la apertura de los antiguos países del CAME al capital occidental. Este modelo, a su vez se basó en el marco del Consenso de Washington, que había cristalizado alrededor de las reformas neoliberales impuestas a países de América Latina  por el FMI y el Banco Mundial en los ' 80. (6) Sus prescripciones de políticas centradas en la apertura de la economía a los flujos mundiales de capital, la privatización de activos estatales, la desregulación de precios y salarios y recortes al gasto social, el programa implementado a través de Europa central y Oriental, así como gran parte de la antigua Unión Soviética, por tecnócratas y asesores del FMI, el Banco Mundial, el BERD (Banco Europeo de Recuperación y Desarrollo), la USAID y otras instituciones internacionales. Entre los líderes en este campo estaba el libro de János Kornai declaradamente hayekiano El camino hacia una economía libre (1990); en unos años una industria floreciente sobre la “transición” se habría desarrollado, e incluía como un axioma que había una sola ruta a seguir, desde la economía socialista planificada estatal al capitalismo de libre mercado. La resistencia no sólo era inútil, sino costosa, y las reformas parciales estaban "condenadas al fracaso" (7). Cuando los "países en transición" cayeron en recesión a partir de 1990, sus dificultades fueron atribuidas a la tibieza de sus élites políticas: "velocidad y escala" eran la esencia; era imprescindible aprovechar la “política extraordinaria” del período (8), poner más énfasis en las instituciones y la "buena gobernanza".

A finales de los ' 90, varios factores habían dado lugar a una modificación de la ortodoxia de la "transición". En primer lugar, la estabilización de los regímenes pro-occidentales en la mayor parte del ex bloque soviético disminuyó el sentido de la urgencia política. En segundo lugar, el contraste entre la fuerte contracción de las economías ex CAME privatizadas y los resultados decepcionantes de los programas de ajuste estructural en América Latina y África, y en pleno auge el  desarrollo dirigido por el Estado en China y los países de reciente industrialización de Asia oriental eran demasiado evidentes para ser ignorados. Y así surgió el Post-Consenso de Washington. Los economistas de la transición se quedaron detrás de sus colegas del desarrollo en hacer este cambio, pero con la llegada del nuevo milenio un libro de texto influyente reconoció la divergencia ‘humillante’ entre sus predicciones y los resultados reales; los estudiosos de transición pasaron a desarrollar su propio Post-Consenso Washignton. (9) Pero aunque ahora había menos énfasis en la velocidad de la reforma, el "progreso en la transición" era todavía considerado la principal explicación para el éxito económico y los problemas fueron atribuidos sistemáticamente a la insuficiente liberalización.

Los principales cubanólogos se unieron en gran medida al modelo del Consenso de Washington. Hicieron responsables a las "características anti-mercado" de la política cubana por la profunda recesión de 1990 -1993 y las privaciones del Período especial; a los factores externos se les dio importancia secundaria. De acuerdo con la crítica de las reformas parciales, Mesa-Lago atacó las medidas de Cuba en 1994 como que eran "a medias" y "medio-cocinadas". (10) La explicación habitual de la política cubana es muy simple: es el resultado del “dogmatismo obstinado” de su Presidente, su "aversión a la reforma del mercado, su voluntad de aplastar a los que se le oponen y llevar a toda la nación junto a él en su oposición". Unos pocos comentaristas diseminaron la culpa un poco más en general: Rubén Berríos la emprende contra líderes envejecidos y rígidos burócratas, aferrándose a los viejos hábitos; Mauricio de Miranda Parrondo ve una resistencia a la reforma por parte de toda la capa gobernante. El fracaso total (11) por no aplicar políticas de "transición" ha dejado a la economía cubana en quiebra o, más recientemente, la convirtió en una mera dependencia de Venezuela.

Visión desde La Habana

El eje Pittsburgh-Miami tiende a pasar por alto dos aspectos importantes en los cuales la experiencia de los cubanos difería de las de las poblaciones ex CAME en Europa Central. En primer lugar, los recuerdos de la extrema pobreza y la privación asociada con el sistema pre-comunista, junto con la fuerza relativa de los logros de Cuba en materia de salud y educación antes de 1989, los habían dejado con menos apetito por la reforma radical de libre mercado. En segundo lugar, mientras que el sentimiento nacionalista en Europa Central podía abrazar la "transición" como la liberación de la dominación rusa, en Cuba popularmente se percibía como una amenaza a la soberanía nacional que emanaba del depredador histórico, los EE. UU. Este es el panorama en el que los economistas cubanos y los políticos están trabajando. (12) Los consejeros y funcionarios no hablan en términos de "transición", sino más bien de "ajuste" -respuesta a un cambio radical en las condiciones externas-, dentro de los parámetros establecidos por la ideologia socialista y nacionalista. Esto implica un marco político más flexible que el rechazo rígido, impulsado por la ideología, a la reforma representada por los cubanólogos. Los economistas y los responsables políticos expresaron por igual estos parámetros en términos de principios, en vez de dogmas marxistas-leninistas o una "línea del partido". Estos principios invariablemente incluyen la defensa de la soberanía nacional, la preservación de los logros de la Revolución -las ganancias o logros en educación, salud, equidad social y empleo pleno, con frecuencia mencionados simplemente como los logros- y manteniendo la "ética revolucionaria" la cual ha incluido una fuerte postura oficial contra la corrupción y la oposición a la ostentación. (13)

Los debates internos sobre la política económica han sido en gran medida invisibles para los observadores extranjeros, incluyendo los cubanólogos con sede en Estados Unidos. En parte, esto se debe a lo cerrado del proceso político en Cuba y el control estatal sobre los medios de comunicación, dejando a muchos comentaristas externos depender de rumores; mucho de lo que llega a los EE. UU. se deriva de informes selectivos por parte de grupos disidentes, financiados ya sea por parte de organizaciones de emigrados o los programas norteamericanos, y que sirven principalmente para confirmar prejuicios preconcebidos. Los complejos procesos de discusión, formulación de políticas y adaptación, en el que las preferencias de los líderes no siempre prevalecen, se han cerrado a los extranjeros. Además de las rondas constantes de las reuniones en el barrio, niveles regionales y nacionales estructurados por el sistema de Poder Popular, ha habido debates entre los economistas que alimentan los debates políticos.

Los investigadores del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), el Centro de Investigaciones Sobre la Economía Internacional (CIEI), el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas (INIE) en el Ministerio de Economía y Planificación, y, hasta 1996, el Centro de Estudios de América (CEA) han participado en seminarios periódicos con los responsables políticos, identificando las debilidades del sistema actual y debatiendo soluciones para ellas. Los grupos de trabajo establecidos por un programa de investigación de la Universidad de La Habana examinaron diferentes modelos de socialismo y su aplicación a Cuba; problemas a nivel económico sectorial; propuestas de reforma de la gestión de la empresa; y las implicaciones, tanto políticas como filosóficas, del fin del bloque soviético. Sus escritos, publicados en Economía Cubana: Boletín Informativo del CIEM, Cuba: Investigación Económica del INIE y en otros lugares tienden a adherirse a los estilos oficiales de discurso, lo que puede oscurecer su significado para los observadores externos; importantes perspectivas analíticas pueden ser enterradas entre pesadas consideraciones históricas, citas de discursos y elogios a los líderes por sus logros hasta el momento. El vocabulario también es familiar: en lugar de la jerga del FMI, los economistas cubanos se refieren a la "adaptación", "actualización", el "uso de mecanismos de mercado", el "ajuste" de los precios administrados, la descentralización de "medidas" y los procesos económicos emergentes. Leer esto a través de la transición o de los espejuelos rotos de los cubanólogos, no equivale a ningún debate en absoluto, y confirma su sospecha de que la política está determinada totalmente por capricho presidencial. (14)

Hay, por supuesto, una serie de comentarios fuera de la isla que caen fuera de la corriente; aquí se pueden distinguir tres enfoques. Primero, simpatizantes del régimen o apologistas, que contrarrestan la tendencia negativa de los cubanólogos dando un brillo muy positivo a la realidad cubana. En común con el consenso, presentan la posibilidad de elegir entre desafío o transición al capitalismo, pero celebran lo primero y lamentan cualquier apertura al mercado como "rendirse a lo inevitable". (15) Un segundo grupo podría ser descrito como amigos críticos: son más positivos acerca de los objetivos de los políticos cubanos, y más dispuestos a reconocer los problemas que enfrenta el país; pero al igual que los cubanólogos, vinculan el progreso de la "transición" al desempeño económico y sostienen que el insuficiente "cambio sistémico" es el culpable los problemas de Cuba. (16) Por último, un pequeño número de economistas han tratado de analizar el desarrollo de Cuba en sus propios términos, sin elucubraciones teológicas, en una perspectiva comparada. Sobre la base de estas investigaciones, José Marzo-Poquet ha sugerido que la política económica cubana puede ofrecer una alternativa a la de los países en "transición", una que sea evolutiva y de carácter experimental; Claes Brundenius, comparando sus fortalezas y debilidades con las de Vietnam y China, así como las de los países del Este y centro de Europa, llega a la conclusión provisional de que se puede producir "una economía de mercado con características cubanas". (17)

Dada la comparación implícita en los comentarios tradicionales entre el curso de Cuba y los de las "economías de transición", es notable que los estudios comparativos de ellas realmente son relativamente raros. En parte, esto puede deberse al problema de la identificación de los conjuntos de datos proporcionales, pero también refleja una tendencia general entre los cubanólogos para centrarse exclusivamente en su isla natal. (18) Al mismo tiempo, los principales economistas de "transición", que hacen un amplio uso de los marcos comparativos -uno de sus puntos fuertes- tienden a concentrarse en Europa del Este y central, la antigua Unión Soviética, o los contrastes Rusia - China, haciendo caso omiso a la luz que el curso distinto de Cuba podría aportarles. Lo que sigue, entonces, será una narración analítica, trazando la evolución de la política de ajustes, desde la gestión de crisis hasta la estabilización, la reestructuración de Cuba y la más reciente ronda de reformas, bajo Raúl Castro, en sus perspectivas comparativas. (19) Su objetivo es no sólo es poner de relieve los problemas de las interpretaciones existentes, sino contribuir a un debate más fructífero de la trayectoria de Cuba y, más en general, para volver a abrir la cuestión de las estrategias de desarrollo alternativo para los pequeños países en un mundo globalizado.

I. SORTEANDO LA CRISIS

De todos los países del bloque soviético, Cuba fue particularmente vulnerable a la caída de la URSS. Había sido prácticamente obligada a entrar en relaciones con el CAME, al cual se unió en 1970, debido al embargo norteamericano, impuesto por Kennedy en 1962 tras el fracaso de la invasión militar apoyado por la CIA el año anterior, lo que cortó las relaciones con su antiguo socio comercial. Durante los años ' 70 y ' 80, Cuba se había vuelto cada vez más dependiente de la URSS en el comercio y las finanzas. La economía se había vuelto muy dependiente de las exportaciones de azúcar, porque Cuba recibió un precio preferencial -$ 0,42 por libra en el inicio de los años ' 90, en comparación con un precio en el mercado mundial de $ 0,09. Las importaciones ascendían a 40 por ciento del PIB incluido el 50 por ciento del suministro de alimentos de la isla, el 90 por ciento de su petróleo y los insumos esenciales para la agricultura y la manufactura; un déficit comercial de $ 3 mil millones fue financiado por la Unión Soviética en términos generosos. Después de los intentos de convertir los acuerdos del CAME en comercio en divisas en enero de 1990, los acuerdos bilaterales con la URSS se rompieron por completo en el año 1991. (20) Alimentos, combustible e insumos dejaron de llegar. La escala de este choque externo es evidente a partir de los datos comparativos sobre los ingresos de exportación, crédito externo y la capacidad de importación.

En el caso de Cuba, los ingresos de exportación fueron golpeados con particular dureza, dependiente como era de los precios inflados del azúcar y con oportunidades excepcionalmente escasas para la diversificación a otros socios comerciales. En la mayoría de los antiguos países del CAME, los ingresos de exportación habían casi recuperado su nivel de 1990 para 1993; en el caso de Cuba, eran el 79 por ciento inferiores pues habían bajado de $ 5.4 mil millones a $ 1.2 mil millones. La Habana también fue golpeada más fuertemente en términos de financiamiento externo. La dureza del golpe se vio agravada por la pérdida repentina del crédito externo y la falta de nuevas fuentes de financiación. Mientras que los "países en transición" disfrutaron del apoyo del FMI, el Banco Mundial y el BERD para ayudar con su ajuste posterior al CAME, las sanciones de Estados Unidos significaban que no había ese tipo de asistencia para Cuba. El total de los préstamos oficiales netos a las "economías de transición" para 1991 - 1996 ascendieron a 112 dólares per cápita, mientras que para Cuba la cifra era de $ 26. (21) Con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE. UU., que amenaza las instituciones financieras de terceros países con el enjuiciamiento por relaciones con La Habana, el acceso de Cuba al crédito comercial durante la crisis también era extremadamente limitado.

El resultado del colapso de los ingresos por exportación y el crédito externo fue una contracción aguda de la capacidad de importación de Cuba, incomparable con cualquier otro país post-CAME. Entre 1990 y 1993, una disminución del 70 por ciento en el gasto de las importaciones redujo la relación importaciones / PIB de Cuba desde alrededor del 40 por ciento, uno de los más altos del grupo, al 15 por ciento, una de las más bajas, de acuerdo con el BERD. En 1993, Cuba tenía menos dinero disponible para cubrir sus necesidades totales de importación de lo que había gastado en 1990 solo en combustible y comida. Al mismo tiempo, los intentos de Cuba para la reconstrucción de los ingresos de divisas fueron obstruidas por las sanciones norteamericanas, que bloquearon el acceso no sólo a los mercados de Estados Unidos, sino también a los préstamos o la ayuda al desarrollo de la mayoría de las instituciones multilaterales, al tiempo que financiamientos comerciales eran más caros y difíciles de conseguir. Como resultado de ello, Cuba se enfrentó a las más duras restricciones de divisas que cualquier país del antiguo CAME; esto restringió la inversión y el crecimiento, y dejaron la economía excepcionalmente vulnerable a los cambios en los términos de intercambio o fluctuaciones en las cosechas.

Medidas de emergencia

Las aseveraciones de los cubanólogos sobre que las características endógenas fueron las responsables de la severidad de la contracción de 1990 - 1993 es ignorar el impacto extraordinariamente grave del colapso del CAME. Viendo sólo una opción entre la transición o la rigidez, ellos han caracterizado la política del gobierno después de 1990 como una mera extensión de su estrategia de rectificación "anti - mercado" de 1986, del proceso de rectificación -serie de medidas adoptadas para hacer frente a la desaceleración de los ' 80 sufrida por todos los países del CAME incluyendo una campaña anti - corrupción- poniendo frenos a los mercados agrícolas, invirtiendo en el turismo y los negocios conjuntos. La Habana fue acusada de no "tomar medidas para hacer frente a la profunda crisis económica". (22) Sin embargo, para enfrentar la crisis externa de 1990 a 1991, el gobierno cubano no hizo nada. Las medidas de emergencia se adoptaron con rapidez para dirigir rápidamente los recursos que se agotaban a las prioridades económicas y sociales. De hecho, la gravedad del golpe hizo imposible la continuidad: con insumos que no llegaban, el plan económico dejó rápidamente de funcionar. En lugar de embarcarse en un proceso de liberalización y privatización al igual que sus antiguos socios del CAME, sin embargo, el enfoque cubano conservó, e incrementó, sus activos institucionales existentes. Estos incluyen no sólo el estado de bienestar, los controles de precios, el monopolio del intercambio internacional y la propiedad nacional de los medios de producción, sino también una capacidad para una respuesta colectiva dirigida por el Estado que se benefició de una larga tradición de galvanizar el apoyo voluntario a través de la movilizaciones masivas y un proceso político que podría recurrir a los mecanismos de participación y debate público.

La caracterización de Fidel Castro de los años de la crisis como un Período Especial en Tiempo de Paz fue vista por observadores externos como un eufemismo, pero dentro de Cuba se entendió inmediatamente como una referencia a los procedimientos de protección civil establecidos en caso de desastre natural o un ataque de Estados Unidos. El Ejercicio de Defensa Económica de 1990, en que se cortaron los suministros de electricidad y agua por períodos cortos, para ensayar respuestas colectivas de emergencia relacionadas con las fábricas, las oficinas, los hogares, las escuelas y los hospitales utilizaron métodos de organización colectiva y la coordinación de múltiples organismos, similares a las de ejercicios de preparación para huracanes o de defensa militar. Los mismos tipos de movilización fueron evidentes a principios del 1991 con el Programa Alimentario, en el que fueron llamados los agricultores y habitantes de la ciudad a contribuir a la producción de alimentos; los Foros de piezas de repuesto de diciembre de 1991, sobre ideas para el reciclaje de máquinas y la sustitución de importaciones; y el Plan energético en enero de 1992, en el que los hogares, las empresas y las autoridades locales identificaron maneras de reducir el consumo de combustible.

Los esfuerzos de Cuba para mantener el empleo y el estado de bienestar durante la crisis, y para asegurar que se satisfaciesen las necesidades básicas, estaban otra vez en fuerte contraste con los países en "transición", donde el desempleo oficial se había disparado a un promedio del 20 por ciento en la década de 1990. (23) En Cuba, donde el 98 por ciento de la fuerza laboral oficial era empleada por el estado, el número total de puestos de trabajo en realidad aumentó en 40.000 entre 1990 - 1993 y la tasa oficial de desempleo cayó de 5,4 a 4,3 por ciento (24) -incluso mientras la economía se contraía en un tercio-, fueron abandonados los proyectos de inversión, las asignaciones de combustible y el transporte se recortaron, se redujo la semana laboral (de 5,5 a 5 días), y las fábricas cerradas o operadas en horarios severamente reducidos. Un Decreto del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en abril de 1991 aseguró formalmente la seguridad del empleo, estipulando que los trabajadores despedidos debido a la falta de insumos se mantendrían en la nómina y recibirían dos tercios de su salario hasta que fueran reasignados. La responsabilidad del Estado de garantizar las necesidades básicas significaba que el costo adicional de mantener a los trabajadores empleados en esta forma, en lugar de las prestaciones por desempleo, fue relativamente bajo.

La seguridad alimentaria básica se mantuvo en condiciones de escasez aguda durante los inicios de los ' 90. El acopio, cuerpo de distribución estatal, adquirió la comida de los almacenes de importación y granjas cubanas y canalizó los suministros a través del sistema de racionamiento de alimentos y otras redes, como las vías sociales, que proporcionaron alimentos gratuitos o subsidiados a los lugares de trabajo, escuelas y centros de salud. Gracias a los precios fijos del sistema de racionamiento, el costo per cápita de satisfacer las necesidades básicas de alimentos, alrededor de 40 pesos al mes, se mantuvo por debajo de la pensión mínima de la seguridad social de 85 pesos mensuales. (25) Al principio de la crisis, las tiendas estatales que habían vendido los alimentos fuera del racionamiento -por la libre- a precios más cerca de los niveles del mercado, se cerraron. (26) El Programa Alimentario promovió el auto-aprovisionamiento local y la experimentación a pequeña escala, incluyendo el uso de la tracción animal, abonos orgánicos, control biológico de plagas y el cultivo de tierras marginales. (27)

La descentralización y el debate

La narrativa de los cubanólogos sobre la rigidez política y control fuertemente centralizado tiene poca relación con las formas que el Estado cubano adoptó a medida que las circunstancias variaban, incluso durante lo peor de la crisis. La descentralización de la toma de decisiones a nivel local comenzó dentro del extenso estado del bienestar a medida que el suministro de alimentos para el sistema de racionamiento y otras vías sociales se hizo menos fiable. (28) La protección social llegó a depender de una serie de organismos estatales locales, incluyendo el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) -que supervisa los niveles de nutrición-, asignó raciones suplementarias y mantuvo redes de apoyo para las madres y los bebés, con el apoyo de UNICEF y profesionales de la salud, que estaban familiarizados con las personas más vulnerables en sus comunidades. Como parte de este proceso la red de Consejos Populares, creada en 1991, ayudó en la identificación de los hogares "en riesgo" y en la administración de los programas de ayuda. (29) Esta adaptación y la descentralización de las organismos fue acompañada de una relajación del control central en la economía en general. Como los suministros no llegaban, los gerentes de empresas tenían que encontrar soluciones locales a los problemas; por su parte, el Ministerio de Comercio Exterior, que anteriormente tenía un monopolio, cedió el derecho sobre las fuentes de insumos de origen y mercados seguros a cientos de empresas. (30)

Un discurso que rechaza a Cuba como el único estado "no - democrático" en el continente americano no tiene espacio para el examen del conjunto de las organizaciones de masas que constituyen su esfuerzo por crear un sistema "participativo"; pero la historia del período posterior a 1990 no se puede entender sin referencia a estos procesos. Los debates nacionales se han puesto en marcha en los momentos críticos, la participación de las asambleas en toda la isla, abiertas a todo el mundo -otro contraste con los países del orientales del CAME-. En 1990, cuando la crisis aún se desarrollaba, los preparativos ya estaban en marcha para el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba. Como se profundizaron los problemas económicos, el ámbito y el alcance de las discusiones previas al Congreso se ampliaron; miles de reuniones se llevaron a cabo no sólo en instituciones del Partido, sino también en el lugares de trabajo y asambleas de las organizaciones de masas.

El Congreso, que se celebró tan sólo tres meses después de la disolución final del CAME, produjo una resolución de 18 puntos en la economía que se convirtió en la primera declaración formal integral del nuevo marco de la política de Cuba. (31) A diferencia de los programas de transición elaborados por los otros antiguos países del CAME, con la ayuda de asesores occidentales, la resolución del PCC no era un modelo para la liberalización, sino una lista de principios y objetivos generales; no se anunciaron medidas concretas, ni ningún calendario o secuenciación. Pero la caracterización de los cubanólogos del texto del PCC como meramente "anti - mercado" es engañosa. La resolución reiteró el compromiso con los principios fundamentales de la soberanía y la protección social, y conservó un marco general de la propiedad estatal; pero más allá de eso, incluyó una mezcla de liberalización y enfoques dirigidos por el Estado. Algunos artículos como "desarrollar el turismo", "promover las exportaciones", "minimizar las importaciones", "buscar nuevas formas de inversión extranjera", "controlar el gasto estatal y el suministro de dinero"- sugirieron una liberalización parcial en respuesta a las nuevas condiciones internacionales, mientras que otros -"continuar con el programa de alimentos", "dar prioridad a la salud, la educación y el trabajo científico", "centralizar la planificación para el beneficio público", "proteger los logros de la revolución"- indicaban un rol del Estado todavía extenso. Una reforma constitucional del año siguiente confirmó el conjunto de las prioridades sociales, políticas y económicas mientras continuaba la vaguedad acerca de los detalles de la política. Ambos documentos revelan un enfoque heterodoxo y flexible en la política económica, a través de un proceso de formulación de políticas complejas que -a pesar de que fue cuidadosamente documentado al menos por uno de los investigadores de los Estados Unidos en ese momento- fue ignorado en gran medida fuera de la isla. (32)

II. DESEQUILIBRIOS Y ESTABILIZACIÓN

Tanto las fortalezas y debilidades de la respuesta política inicial de Cuba a la crisis son evidentes en las cuentas fiscales. En contraste con la fuerte contracción del gasto público en los países en transición, (33) en Cuba se le permitió al gasto global a subir ligeramente de 14.2 mil millones de pesos en 1990 a un promedio de 14.5 mil millones para 1991 - 1993. Las prioridades del gobierno fueron reveladas en un mayor gasto en salud (un 19 por ciento) y las subvenciones (de hasta el 80 por ciento), lo que pagó por un aumento del 40 por ciento en el personal médico y mantener la distribución de alimentos subsidiados. Estos incrementos fueron parcialmente compensados por fuertes recortes en Defensa, una baja de un 43 por ciento entre 1989 y 1993, y la inversión, que se redujo en más de la mitad. Con el PIB y los ingresos del gobierno en declive, el déficit fiscal aumentó de 10 por ciento del PIB en 1990 al 34 por ciento en 1993. El equilibrio macroeconómico fue claramente una prioridad durante la emergencia inicial. Los beneficios del gasto deficitario durante la crisis fueron claros -sirvió para mitigar tanto la contracción y reducir al mínimo el costo social de la crisis externa-. Sin embargo, la política guardó para después problemas a más largo plazo: en ausencia de financiamiento externo o cualquier mercado financiero nacional, el déficit fue totalmente monetizado, dando lugar a una fuerte caída en el valor del dinero: la tasa del mercado negro se redujo de alrededor de 7 pesos por dólar en 1990 a más de 100 pesos por dólar en 1993.

Este grado de depreciación de la moneda no era excepcional entre los antiguos países del CAME, pero en el caso de Cuba, porque la inflación fue suprimida por los controles estatales, produjo un patrón único de los cambios en los precios relativos y los ingresos. En los otros países ex CAME la liberalización de los salarios, los precios y tipos de cambio desató espirales de depreciación - inflación - descapitalización que se tradujeron en fuertes caídas en los salarios reales, sobre todo para los peor pagados, por lo que la desigualdad de los salarios reales se amplió rápidamente. (34) En Cuba, la caída en el valor del peso se limitó a los precios y tipos de cambio en la economía informal; dentro de la economía formal, dominada por el Estado, la desigualdad de los salarios reales se redujo en realidad, porque los que estaban en el extremo más alto de la escala que podían permitirse el lujo de bienes importados y del mercado negro se vieron de pronto enfrentados a un aumento brusco de los precios, mientras que para los de los salarios o beneficios estatales más bajos, que sólo podían permitirse los productos de primera necesidad a precio fijo, el costo de vida inicialmente se mantuvo estable.

Sin embargo, el declive del peso creó un abismo cada vez mayor entre los que tenían acceso a la moneda fuerte y los que dependían de los ingresos en pesos. Las personas que trabajaban en el sector estatal se hicieron cada vez más conscientes de la brecha entre sus ingresos reales y los de las personas que operan en la economía informal en el mercado negro, por lo que los incentivos materiales iban en la dirección opuesta a los morales. El colapso del valor del peso en relación con el dólar era también un símbolo de la erosión de la autoestima nacional cubana, con los que dependían de los salarios en pesos convirtiéndose constantemente en el pariente empobrecido no sólo de los de afuera: los gusanos que habían emigrado a los EE. UU. y la nueva afluencia de turistas, pero también de los ladrones y jineteros en casa. También había un abismo cada vez mayor entre la retórica heroica oficial de la unidad y de la dificultad compartida, y la realidad cotidiana de la pobreza y la desigualdad -del dicho al hecho hay un gran trecho como se decía-. La parte más corrosiva del discurso de la ética revolucionaria fue el hecho de que muchos de los que inicialmente se negaron a participar en la actividad del mercado negro, o incluso a comprar en los mercados informales, ahora se vieron obligados a hacerlo. Su participación reacia que se refleja en el vocabulario de disculpa, marcó una aceptación involuntaria en que la necesidad de resolver y sobrevivir tenía que anular otras consideraciones. (35) Con el tiempo, este sistema dual socavó los incentivos al trabajo y la solidaridad social; aumentaron las presiones para robar, el ausentismo y la corrupción que fueron un lastre para la economía formal.

Por 1993 - 1994 hubo imperativos sociales, económios y políticos urgentes de acción para restaurar la estabilidad monetaria: los suministros de alimentos estaban en lo más precario; la desesperación llevaría a la "crisis de los ' balseros ' ” y un motín en la capital, el habanazo. A diferencia de los otros países ex CAME, sin embargo, pero en línea con el objetivo de tratar de salvaguardar los logros, el gobierno se negó a adoptar un paquete de estabilización de terapia de choque. Los cubanólogos culparon la caída del peso a esta "terquedad", y acusaron al gobierno de negarse a reconocer los problemas. Pero aunque el discurso oficial cubano continuó refiriéndose a la disminución en el poder de compra no como inflación, lo que sugiere una pérdida permanente de la capacidad de compra, sino como "escasez", el gobierno no estaba negándose. Con las dificultades, que eran agudas en 1993, siendo compartidas por todos los funcionarios, aparte de la pequeña minoría que recibía remesas apenas era necesario explicar los problemas, y los asesores económicos estaban ocupados lidiando con los retos de la política. (36) Una serie de reformas fueron introducidas en 1993 - 94; dado que eran muy diferentes de las recetas del Consenso de Washington para la estabilización, fueron obviadas por inadecuadas por los cubanólogos. Sin embargo, tuvieron éxito en producir un cambio notable.

El regreso del dólar

Las nuevas medidas no se presentaron como reformas de estabilización, ni destinadas principalmente para hacer frente a la depreciación monetaria. Ellos trataron de llevar las actividades del mercado negro al sector formal, y por lo tanto, elevar la actividad económica y reducir el déficit fiscal a través del aumento de los ingresos. La primera medida, en julio de 1993, fue la eliminación de la prohibición de la tenencia de dólares americanos. Los dólares en lo adelante podrían ser canjeados por pesos cubanos (CUP) y viceversa, en las transacciones personales. Hasta entonces, el peso cubano había sido la única moneda que circulaba dentro de la economía oficial, aparte de un pequeño número de tiendas de propiedad estatal conocidas como diplotiendas que atendían principalmente a diplomáticos, estudiantes extranjeros y los pocos cubanos, principalmente músicos y deportistas, que habían ganado dinero en el extranjero.

Pero ahora un número creciente de cubanos estaban recibiendo los dólares ya sea por las remesas familiares o la obtención de divisas informalmente o ilegalmente a través de la actividad del turismo. Se suponía que iban a cambiarlos a la tasa oficial de 1 peso por dólar; pero dado que el valor del peso se había reducido en ese momento, la mayoría de la gente la estaba usando ya sea para ir de compras a las diplotiendas a través de intermediarios, o en el intercambio en el mercado negro. Con la ampliación del desequilibrio monetario, la prohibición del uso de dólares se estaba convirtiendo en inviable: la policía estaba perdiendo el tiempo, se estimulaba la corrupción menor y creaba frustración entre el creciente número de cubanos que tuvo que romper la ley con el fin de gastar su moneda fuerte. A través de la legalización, y con el cambio de divisa, posteriormente, facilitado por la creación de un peso convertible (CUC) con un valor a la par con el dólar y el establecimiento de la estatal Casas de Cambio (conocido como Cadecas) en 1995, el gobierno alentó a las remesas como una nueva fuente de divisas que necesitaban desesperadamente. La medida también impulsó los ingresos fiscales, a través de impuestos sobre las ventas en las tiendas en dólares, y mitigó la erosión de la autoridad del Estado causada por sus esfuerzos cada vez más inútiles para impedir a los cubanos el uso de sus dólares.

La reforma quedó muy lejos de la liberalización de los mercados de divisas implementadas bajo la tutela occidental en los demás países ex CAME, ya que sólo se aplicaba a las transacciones personales dentro de la economía nacional; todas las demás operaciones de tipo de cambio se mantuvieron bajo el control del Estado. Pero limitada como lo fue en el alcance y la función, tuvo el efecto de la incorporación del sistema de doble moneda en la economía formal: la dicotomía ya no era entre el mercado negro y el sector legal, sino entre el sector de transacción personal, donde los dólares americanos circulaban y podían ser cambiados en las Cadecas al cambio "no oficial" del mercado, luego alrededor de 100 pesos para el dólar, y el sector estatal, que utiliza el tipo de cambio "oficial" de la paridad dólar / peso.

Al traer la dicotomía del sistema de doble moneda a la luz pública, las Cadecas también cambiaron la forma en que los cubanos entendieron la caída de los ingresos reales, porque la disminución del peso ya no podía ser negada. La falta de poder adquisitivo ahora era oficialmente cuantificable como una cuestión de pobreza y no de escasez, y el abismo entre la minoría con acceso a divisas fuertes y los que no lo tenían, se convirtió en un problema de desigualdad en lugar de ilegalidad. Al mismo tiempo, la tarea de restaurar los ingresos reales y los niveles de vida llegó a ser vista bajo una luz diferente: ahora el ajuste implicó la necesidad de restaurar el valor de mercado del peso cubano, lo que significaba que el desequilibrio monetario tuvo que ser puesto bajo control por la reducción del déficit fiscal; y el suministro de bienes, especialmente alimentos, disponibles para su compra en pesos tuvo que ser aumentado.

La segunda medida, introducida en septiembre de 1993, amplió el alcance de la actividad por cuenta propia bajo el Decreto Ley 141. La gama de actividades cuentapropistas fue ampliado de 41 a 158, lo que resultó en un aumento de los registrados como autónomos de alrededor de 15.000 a finales de 1992 a más de 150.000 en 1999. Esto fue bien recibido por los cubanólogos como medida de liberalización, pero criticado por su limitado alcance. Los trabajadores por cuenta propia eran todavía sólo alrededor del 5 por ciento de la fuerza laboral; las licencias duraban sólo dos años y tenían que ser obtenidas en la oficina local del Ministerio de Trabajo; la gama de actividades aprobadas se limitaba principalmente a los servicios personales. Sin embargo, la reforma abrió un nuevo camino mediante el establecimiento de un sistema de impuestos para este tipo de empresas, con una estructura inicialmente cruda, y a menudo regresiva, de tarifas planas que fue mejorado posteriormente cuando la capacidad de presentación de informes y recopilación creció.

Consultas

Mientras que la despenalización del dólar y la apertura del trabajo por cuenta propia se introdujeron por decreto, el régimen procedió con más cautela en materia de ajuste fiscal, cuya necesidad fue reconocida en la Asamblea Nacional en diciembre de 1993. En lugar de imponer un paquete de austeridad de recortes de gastos, el gobierno una vez más puso en marcha un debate nacional y estableció un nuevo proceso de consulta, los Parlamentos Obreros, para debatir los cambios. Estos foros fueron convocados en los meses siguientes para considerar las propuestas de recortes; el paquete final no se introdujo hasta que sus deliberaciones se completaron, en mayo de 1994. El retraso fue incomprensible para los aspirantes a asesores económicos externos de Cuba, que insistieron en la necesidad urgente de estabilización. Pero el proceso de consulta era importante para el éxito del ajuste. Sin duda, tenía sus defectos, pero no era un mero parche a medidas de reducción de personal que ya se hubieran decidido: algunos de los recortes propuestos fueron abandonados debido a las objeciones.

Mientras el impuesto sobre la renta fue aceptado en principio, este fue rechazado para los empleados del Estado; y mientras se acordaron aumentos grandes de precios para los cigarrillos, el alcohol, la gasolina, la electricidad y algunos medios de transporte, (37) los de los bienes básicos se mantuviron fijos muy por debajo de su costo, sin tener en cuenta las implicaciones fiscales. También se confirmó que si se eliminaban puestos de trabajo el proceso debía ser gradual, para permitirles a los trabajadores despedidos la posibilidad de encontrar otro empleo. La participación de los trabajadores en la elaboración de las medidas de estabilización significaba que a pesar de que la seguridad del empleo se debilitó, el compromiso de prevenir el desempleo masivo se mantuvo intacto. La reapertura repentina de los mercados -agromercados- anunciada en septiembre de 1994 para los agricultores, en las postrimerías del habanazo, también contribuyó a la estabilización, aunque ese no era su objetivo principal. Los detalles de las conversaciones entre los líderes del gobierno no se han hecho públicos, pero la decisión se cree ampliamente que fue resistida por Fidel Castro, que vio en los agromercados un "caldo de cultivo para una gran cantidad de males y deformaciones", y con el apoyo de Raúl y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) con el argumento de que podrían ayudar a aumentar el suministro de alimentos. (38) Una vez más, los observadores de Cuba en Pittsburgh y Miami vieron la reforma como insuficiente, ya que representa sólo una liberalización parcial del mercado de los productos agrícolas: el Estado sigue desempeñando un papel importante en la distribución de alimentos para satisfacer su garantía universal de las necesidades básicas. El sistema de racionamiento se mantuvo en su lugar y los agricultores estaban siendo obligados a facilitar las cuotas para el acopio y sólo podían vender el excedente en los mercados; los nuevos puntos de venta estaban fuertemente regulados, inspeccionados y sometidos a impuestos. Oficialmente, los precios se determinan libremente por la oferta y la demanda, pero sin embargo, el gobierno trató de frenar eso mediante la imposición de restricciones a la flexibilidad de los precios y la subvaloración de ellos en puntos de venta del estado.

En conjunto, estas cuatro políticas trajeron una sustancial estabilización fiscal y monetaria, pero la naturaleza del ajuste contrasta marcadamente con la de las otras economías ex CAME. La primera diferencia es que, en lugar de reducir el déficit fiscal mediante la reducción de los gastos del Estado, como ocurrió en la antigua Unión Soviética y Europa del Este, el gobierno cubano cerró la brecha principalmente por el aumento de los ingresos del Estado. Entre 1993 y 1995, los ingresos fiscales nominales aumentaron un 37 por ciento, mientras que el gasto se redujo en sólo un 5 por ciento. Dos terceras partes de los nuevos ingresos vinieron del aumento de las ventas en las tiendas de divisas de propiedad estatal, que ahora se llaman Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD), y el resto gracias a nuevos impuestos indirectos y tasas. La segunda diferencia es que los presupuestos de asistencia social cubana se mantuvieron incólumes, con la reducción de personal limitada principalmente a los subsidios del Ejército, la administración del Estado y de las empresas. (39) Con la posesión de un gasto nominal constante ya que el PIB creció, la relación gasto / PIB del gobierno de Cuba cayó desde un máximo del 87 por ciento del PIB en 1993 al 57 por ciento en 1997, aunque esto era todavía mucho mayor que el promedio de "país en transición" de alrededor del 40 por ciento. (40) De esta manera, Cuba logró combinar la protección social con la rápida reducción del déficit fiscal, de 5.1 mil millones de pesos en 1993 a menos de 800 en 1995. Este fue un cambio mucho más radical que lo que se consiguió en otras partes: el  déficit fiscal había promediado 30 por ciento del PIB entre 1991 y 1993, en comparación con un promedio de 8.8 por ciento para los países ex CAME; en 1995 se había reducido a 5,5 por ciento, y se estabilizó en torno al 3 por ciento a partir de entonces. (41)

Las medidas de 1993 - 1994 también ayudaron a estabilizar el peso: la despenalización del dólar atrajo nuevos flujos de divisas, el autoempleo dio un poco de estímulo a la oferta de servicios, el ajuste fiscal redujo el déficit público, el gasto monetizado y los agromercados aliviaron la escasez de alimentos (42) y redujeron precios. (43) A finales de 1994, la depreciación de la moneda no sólo había sido detenida, pero parcialmente revertida, con una tasa de alrededor de 60 pesos por dólar: menos de la mitad de su valor de 150 pesos por dólar en febrero de 1994. En los siguientes 18 meses continuó apreciándose, para llegar a 18 pesos por dólar a mediados de 1996. Este grado de consolidación de la moneda no ha sido igualada por los países en "transición": mientras que la mayoría tuvieron éxito en detener la depreciación, ninguno logró un rebote. (44) Sin embargo, a pesar de que la inflación de Cuba fue puesta bajo control, los desequilibrios monetarios graves persistieron como el valor del peso, que se mantuvo muy por debajo de su nivel de 1990. Esto significaba que los salarios y los precios estatales, que se mantuvieron relativamente estables en términos nominales, se mantuvieron bajos en relación con las monedas duras y los precios de mercado. La tasa de cambio infravalorada de CADECA sirvió como medio de suprimir la demanda de importaciones a través de las dificultades compartidas durante la próxima década, mientras que el gobierno se centró en la necesidad urgente de reconstruir los ingresos de divisas.

La enemistad de EE. UU.

¿Por qué Raúl Castro no recibió al Ministro español García-Margallo? Más allá de la propaganda mediática del régimen español (Cubainformación)

Margallo - Raul

Jose Manzaneda 2

Por José Manzaneda *

El Ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, se entrevistó en La Habana con varios representantes del Gobierno cubano (1). Pero no fue recibido por el Presidente Raúl Castro, lo que ha sido calificado por los grandes medios españoles como “plante” (2), “plantón” (3) o “desplante” (4). Algunos buscaban retorcidas explicaciones, como el canal Antena 3 (5): “La entrevista con el Presidente cubano -explicaba una de las presentadoras del informativo- no figuraba en el programa oficial, pero se daba por descontada. El motivo del desplante tendría su origen en la conferencia pronunciada el día anterior, en la que Margallo hizo un detallado recorrido por la transición española y dijo que se podía aplicar a Cuba, aunque no citó a la Isla directamente”.

Esta explicación parece poco coherente, si tenemos en cuenta que la citada conferencia fue organizada por el propio Gobierno cubano, y su título anunciado no dejaba lugar a la sorpresa: "Vivir la transición. Una visión biográfica del cambio en España" (6). Ningún malestar posible, por tanto, en el Gobierno cubano, que invitó a la conferencia –según el diario español El País- a cerca de “medio millar” de personas (7). Este medio -por cierto- trataba de poner el habitual toque de intriga, al subrayar que al acto solo se podía acceder “por rigurosa invitación y hasta la prensa acreditada tuvo problemas para acceder al salón”. Suponemos que el periodista de El País no ha asistido nunca a una conferencia en Madrid de un ministro extranjero, para poder conocer de cerca qué son “problemas de acceso” y qué significa acudir “por rigurosa invitación”.

Medios españoles aún más a la derecha añadían toques épicos a la citada conferencia del ministro. El ABC afirmaba que Margallo “aprovechó (...) para ensalzar la Transición española y su rumbo hacia las libertades”, en una “contundente y valiente defensa de la democracia” (8).

El mensaje único de toda la prensa española, sin excepción, ha sido que el ministro español lanzó un “guiño”, un mensaje implícito al Gobierno cubano. “Ninguna referencia expresa a Cuba -interpretaba la Enviada especial de Televisión Española Yolanda Álvarez- en una conferencia cargada de guiños” (9).

Porque, si hay algo incrustado en el imaginario mediático español -e impuesto en la opinión pública-, es el paralelismo entre la Revolución cubana y el franquismo español (10), cuyo final común e inevitable sería un “transición” a un supuesto sistema “democrático”. “El consenso, el pluralismo político o el deseo de concordia -oíamos en Televisión Española- son algunos de los valores de la transición española que Margallo ha destacado en Cuba, un país comunista que trata de actualizar su sistema económico pero donde de momento no se habla de reformas democráticas” (11). “A ver si España puede tener un cierto papel -declaraba a Antena 3 un profesor de la Universidad privada San Pablo, entrevistado en calidad de “experto”- en un proceso de supuesta democratización de Cuba” (12).

De ahí que la palabra “régimen” -término empleado como sustitutivo de “dictadura”-, de igual modo que fue empleado por el movimiento antifascista para señalar al franquismo, ahora es utilizado por los medios para denominar al Gobierno revolucionario cubano (13) (14) (15).

Pero, dejando a un lado la citada conferencia, el viaje del ministro español García-Margallo sí tuvo detalles de una insultante arrogancia. Porque ¿se imaginan que un Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en una rueda de prensa en Madrid, pidiera al Gobierno español la nacionalización de la banca, la paralización de los recortes sociales, o un aumento del sector público en la economía? Pues es exactamente lo que hizo José Manuel García-Margallo en La Habana: dictar lecciones a Cuba -entre otros aspectos- de lo que debe hacer con su economía. “España desearía un ritmo más rápido en las reformas económicas iniciadas en Cuba que den un margen mayor a la iniciativa privada y a la inversión extranjera” (16).

Como funciona la USAID contra los pueblos de Nuestra América (CAPAC - Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad)

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Llamamiento de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad

STELLA CALLONI 3

Por Stella Calloni

Ante el cada vez más evidente accionar de las Fundaciones y Agencias utilizadas por la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) en América Latina y el Caribe, hacemos un llamamiento solidario a los gobiernos de nuestra región para enfrentar esta grave amenaza que avanza cada día, con la presencia encubierta de esos organismos y miles de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que dependen de estos, para que se investigue la injerencia permanente que ha derivado en golpes de estado, intentos golpistas y desestabilizaciones permanentes de nuestros gobiernos  violando la soberanía de nuestros países y la voluntad de nuestros pueblos.
 
Como ejemplo citamos a la  Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID, en su sigla en inglés), creada en 1961 en Estados Unidos, presentándola como una organización encargada de una misión supuestamente humanitaria, de  suministrar apoyo económico, prevención de conflictos, ayudar a expandir la democracia y para el desarrollo, entre otros supuestos objetivos, para países con problemas en el mundo y que de hecho funciona como un agencia destinada a proteger y garantizar los intereses políticos, económicos y estratégicos del gobierno de Estados Unidos.
 
La USAID ha sido denunciada como una fachada de la CIA estadounidense, para desarrollar acciones que en otros tiempos realizaba directamente esta agencia de inteligencia. Ambas trabajaron en conjunto durante la guerra de Vietnam.
 
Desde el año 2000, como nunca antes, ha quedado en evidencia el accionar de la USAID como organización desestabilizadora en Latinoamérica y en otros lugares del mundo, actuando con  financiamiento del gobierno de EE. UU. ejecutando tareas encubiertas como búsqueda de información, creación y penetración de organizaciones de la denominada sociedad civil para que trabajen políticamente a favor de sus intereses. Su objetivo ha sido y sigue siendo revertir procesos, mediatizar proyectos, infiltrar organizaciones diversas, para actuar especialmente contra gobiernos que no responden a los intereses de EE. UU. En estos momentos tratan de frenar, obstaculizar y destruir el proceso emancipatorio de la Integración de América Latina y el Caribe y a varios gobiernos.
 
Mediante la supuesta ayuda para el desarrollo que tanto necesita la región, utilizando incluso la tragedia de la pobreza en nuestro continente como un chantaje, la USAID convierte sus “programas” de ayuda en un verdadero señuelo encubriendo sus verdaderos fines de penetración y subversión.
 
En todos estos años, Estados Unidos financió a la USAID para ejecutar acciones que antes estaban en manos de la CIA. La USAID no siempre trabaja abiertamente, se apoya en diversas ONG'S e instituciones, las cuales son utilizadas como fachada para ejecutar diversos proyectos subversivos sin quedar evidenciada la mano de EE. UU. Por ejemplo, en Costa Rica, al producirse la salida de la USAID se creó una organización nombrada CRUSA (Costa Rica USA) encargada de financiar al interior del país los proyectos que sean de interés para el gobierno y las empresas norteamericanas. Las ONG'S e instituciones ticas no reciben directamente ese dinero de CRUSA, sino que lo hacen a través de una ONG que lleva el nombre de “AMIGOS DE COSTA RICA”.
 
Contra Cuba, la USAID ha desarrollado numerosos proyectos subversivos encaminados a promover a la contrarrevolución interna, para lo cual ha destinado más de 200 millones de dólares. Parte importante de este financiamiento se ha dirigido a promover el uso de las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones con fines subversivos, como el recientemente denunciado proyecto ZUNZUNEO, que perseguía promover al interior de Cuba acciones desestabilizadoras como las ocurridas en el Medio Oriente.
 
Antes de ser expulsada de Venezuela, la USAID desarrolló proyectos dentro de la oposición chavista invirtiendo en ellos 57 millones de dólares hasta el año 2010. Por ejemplo, entre los años 2001 y 2005 la USAID / OTI invirtió 10 millones de dólares en la promoción de alrededor de 64 grupos y programas.

Es necesario destacar que previo al golpe de estado del 2002 esta agencia norteamericana financió a través de sus contratistas (NDI, IRI, y otras) a las opositoras CENTRAL DE VENEZUELA, CEDICE, FEDECAMARAS, BANDERA ROJA, SINERGIA y ALIANZA BRAVO PUEBLO entre otras. Todas ellas aglutinadas alrededor de lo que se conoció como PLAN CONSENSO PAIS. Ha estado su mano detrás del llamado "golpe contínuo" conque siguen amanezando a Venezuela.

Las guerras de EE. UU. contra el Tercer Mundo (Martianos - Hermes - Cubainformación)

Obama - Petroleo 2

Manuel Yepe

Por Manuel E. Yepe *

Foto: Virgilio Ponce

Aunque no se incluya entre las bajas del guerrerismo de EE. UU. la “renuncia” del Secretario de Defensa, Chuck Hagel, parece ser un “resultado colateral” de los descalabros estadounidenses en los frecuentes conflictos bélicos en que se involucra la gran potencia única global.

Se recuerda que Hagel declaró en una conferencia a militares que ofreció el 14 de noviembre de 2013, que “la voluntad del pueblo reflejada en las recientes elecciones, es que no haya más guerras, ni más Medio Oriente”. Y agregó: “El mundo se hace cada vez más complejo e interdependiente e incluso con naciones tales como Irán y Siria… el poder militar puede contribuir a lograr un enfoque conjunto con el gobierno que aporte una senda para el entendimiento en vez de a la guerra”. Tampoco es común oír a un jefe máximo del Pentágono estadounidense manifestar que “la guerra es siempre una opción, pero por lo general no es una decisión sabia ni popular”. O que “es preferible conversar con países no aliados como Irán, Rusia y China para evitar un conflicto antes de que éste estalle”.

Pero ciertamente son muchos los que en Estados Unidos, incluso en algunas altas esferas del gobierno, están cansados de tanta guerra en cualquier parte del mundo, por mucho que la alta tecnología reduzca el número de bajas propias.

“Incluso si vencemos al Estado Islámico, perderemos la guerra mayor contra el mundo islámico”, es el pronóstico que hace Andrew J. Bacevich, profesor de la Escuela de asuntos internacionales y públicos de la Universidad de Columbia, que trabaja en una historia de la participación militar de los Estados Unidos en el gran Medio Oriente.

Siria, se ha convertido en el decimocuarto país de población islamista que ha sido invadido, ocupado o bombardeado por fuerzas de Estados Unidos y donde han muerto soldados norteamericanos desde 1980. Los anteriores han sido: Irán (en 1980 y de 1987 al 88), Libia (1981, 1986, 1989 y 2011), Líbano (1983), Kuwait (1991), Irak (1991 al 2011 y este año 2014), Somalia (de 1992 al 1993 y 2007 hasta la actualidad), Bosnia (1995), Arabia Saudita (1991 y 1996), Sudán (1998), Afganistán (1998 y 2001 hasta el presente), Kosovo (1999), Yemen (2000, 2002 y en la actualidad), Pakistán (de 2004 hasta hoy).

El sacudido cielo de Ferguson, Missouri (Democracy Now!)

Justicia por Brown - New Jersey

Amy Goodman - DN 2

Por Amy Goodman *, con la colaboración de Denis Moynihan

“Mientras se siga postergando la justicia, siempre estaremos al borde de estas noches oscuras de disturbios sociales”. Esto decía Martin Luther King Jr. en un discurso pronunciado el 14 de marzo de 1968, apenas tres semanas antes de ser asesinado.

El asesinato del joven afroestadounidense Michael Brown en agosto sigue desatando conmoción en Ferguson, Missouri y más allá. La noche del pasado lunes, el anuncio del fiscal del condado de Saint Louis Robert McCulloch de que no se presentarían cargos penales contra Darren Wilson, el policía que mató a Michael Brown, desencadenó una noche de disturbios. Por algún motivo incomprensible, McCulloch retrasó la revelación del fallo del gran jurado hasta el anochecer. La conferencia de prensa del fiscal resultó profundamente indignante para muchas personas, ya que McCulloch defendió enérgicamente las acciones de Darren Wilson y atacó el carácter de la víctima, Michael Brown.

Poco después del anuncio de McCulloch, Ferguson entró en erupción. Se incendiaron edificios, que se quemaron por completo. Se vieron coches envueltos en llamas. La policía antidisturbios reprimió violentamente a los manifestantes y, haciendo caso omiso de las tan pregonadas “reglas de compromiso” acordadas con los organizadores de la protesta, lanzó gases lacrimógenos a los residentes indignados. A lo largo de la noche también resonaron algunos disparos de arma de fuego.

“La vida de los afroestadounidenses no importa”, dijo un joven que participó de la protesta en Ferguson, durante la noche helada del lunes. Cerca de allí, el gas lacrimógeno se mezclaba con el humo nocivo del fuego arrasador. Otra manifestante, Katrina Redmon, explicó su frustración por la decisión de no imputar a Darren Wilson: “Él mató a un joven afroestadounidense desarmado. No hay excusa para eso. Un hombre fue asesinado y nadie paga por ello... queremos respuestas. Porque parece ser que la única manera en que se puede esquivar el castigo por asesinato es tener una placa de policía”.

Luz Gómez y Diego Romero: Una absolución con mucha demora

Absolucion Gomez Romero 4

Foto: Gentileza Frente Popular Darío Santillán

Absolucion Gomez RomeroUna mochila y una rueda de reconocimiento irregular bastó para que se acusara a Luz Gómez y Diego Romero de haber asesinado a un colectivero en Castelar en 2011, a pesar de los testigos y las boletas de tarjeta de crédito que demostraban que no estaban ese 1º de octubre en dicha localidad.

Pero en el capitalismo, la justicia es clasista. Durante una de las audiencias, el fiscal Marcelo Varona Quinternosian le dijo a la joven jujeña que "no era nada personal". Fina ironía que representa el espíritu existente en los Tribunales de Morón y que amenazaba con una prisión perpetua a la joven pareja.

El único delito que "cometieron" es ser pobres. Para ellos, ni justicia... Y como el sistema penal necesita responsables de los delitos en forma rápida, la causa se arma con lo primero que la policía tiene a mano. Pero la única respuesta posible ante estos atropellos es la lucha de organizaciones antirrepresivas y de militantes populares como la que se dió en este caso donde la instrucción a cargo del fiscal Matías Rapazzo fue severamente objetada, con fundamentos, por Eduardo "Negro" Soares, defensor de Luz y Diego.

Al final los tuvieron que absolver. Pocos minutos basaron para afirmar que lo hacían “por no haber probado la acusación su responsabilidad penal en los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego, portación de arma de guerra y homicidio criminis causa”. Los jueces Susana Leticia De Carlo, Carlos Enrique Thompson y Angélica Parera, del Tribunal Oral Criminal Nº 5 de Morón se fueron rápidamente, apenas el secretario leyó la sentencia.

NOTICIAS DEL 26/11/14 (PRENSA LATINA - CAPAC)

PL - CAPAC - SINTESIS

26/11/14

España y Cuba por fortalecer relaciones

La Habana.- El desarrollo de las relaciones entre Cuba y España en los sectores económico-comercial y de inversiones centró la visita oficial del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de esa nación europea, José Manuel García-Margallo. En una declaración al término de su estancia aquí García-Margallo resaltó el papel esencial de Cuba en la comunidad de naciones de Latinoamérica y subrayó que este viaje se inscribe en la normalidad de las relaciones bilaterales y de España con el conjunto de países iberoamericanos.

Antiterrorista Fernando González destaca vínculos Nicaragua - Cuba

Managua.-  El antiterrorista cubano Fernando González, quien prosigue una visita a Nicaragua, destacó los vínculos entre ambos pueblos y el afecto en este país centroamericano hacia la isla caribeña. Es muy bonito que se alimente la solidaridad tanto en Cuba como en Nicaragua de la manera en que se hace, porque son ambas obras revolucionarias de amor, afirmó el luchador tras un recorrido realizado la víspera por el departamento de Estelí.

Atractivos temas en Convención Científica de Ingeniería en Cuba

La Habana.- Los métodos, técnicas y resultados científicos de la enseñanza en ingeniería y arquitectura en Cuba y el mundo, resalta entre los temas a debatir por la 17ª Convención Científica de Ingeniería y Arquitectura. La temática, que será tratada en forma de mesa redonda, es parte del programa técnico del II Congreso Internacional de Educación en Ingeniería y Arquitectura, uno de los 15 eventos científicos de esta convención, el foro más importante de su rama que se realiza en Cuba.

Detección precoz del VIH / Sida para una mejor atención en Cuba

La Habana.- Las autoridades cubanas de salud trabajan en la búsqueda activa de casos de VIH con el interés de lograr un diagnóstico precoz y una mejor atención de las personas afectadas. María Isela Lantero, jefa del departamento de Prevención y Control de ITS/Sida del Ministerio de Salud Pública, señaló que en 2014 se han realizado más de dos millones de pruebas para detección del virus, y cifras preliminares muestran que hasta la fecha la epidemia se mantiene estable con respecto a años anteriores.

Presentarán en Cuba nueva edición de El Ingenio, de Moreno Fraginals

El viejo imperio con muletas (La Pupila Insomne)

España - OTAN

Sara Rosenberg

Por Sara Rosenberg

“Viejo imperio con muletas” es una buena definición de la España de hoy; la leí en un artículo escrito por Fidel Castro en el año 2009 (*) y desde ese momento la hice mía. Es una imagen perfecta de un estado con pretensiones imperiales pero inválido y dirigido por una clase corrupta que defiende y obedece los intereses de la banca, de las grandes corporaciones y de la OTAN, en contra de las grandes mayorías del pueblo español. Este estado que gobierna contra su pueblo proclama sin cesar que es un estado democrático. Lo proclama sabiendo que es mentira y así roba también esa palabra a los que luchan por un democracia verdadera, con participación de las mayorías en las decisiones y con capacidad de defender y hacer cumplir las leyes votadas por esa mayoría. Sin embargo los medios del imperio con muletas han presentado el viaje del ministro de exteriores español a Cuba, como un viaje para transmitir un mensaje: “Cuba debe aprender de la transición española (¡ vade retro !) y de la “democracia y la libertad” de la que supuestamente gozamos en este país.” Tal afirmación debe ser resultado de la fiebre o la ceguera de ese cuerpo enfermo en el que la metástasis de la corrupción, el robo y la servidumbre al imperio yanky se han cebado de tal manera que han de inyectarse las palabras democracia y libertad.

La democracia española está herida de muerte, es sólo una democracia formal que usa al parlamento para gerenciar los negocios de las corporaciones financiero - militares dirigidas por Estados Unidos y para despojar a los ciudadanos de los derechos sociales elementales. Es la democracia que el capitalismo del despojo necesita.

Ayer (26/11), y es sólo un caso de las más de 26.500 familias que perdieron su casa en este primer semestre del 2014, desalojaron de su casa a una mujer de 85 años. Hoy (27/11) en Logroño, un hombre desahuciado se suicidó. Aquí la vivienda no es un derecho y menos una aspiración de esta democracia de gerentes de la mafia bancaria. Si bien el artículo 47 de la Constitución define la vivienda como un derecho, la dictadura del capital desahucia. Miles de viviendas pagadas con fondos públicos y que se construyeron como vivienda social, han sido vendidas a los fondos buitres de compañías como Golden Sachs, entre otras. La gente que alquiló -algunas con opción a compra- esas viviendas a un precio más justo que  los de la especulación inmobiliaria habitual, está siendo desalojada y despojada porque los fondos buitres exigen ahora el doble del precio acordado. Mientras “La gran banca española -Santander, BBVA, CaixaBank, BFA-Bankia, Sabadell y Popular- obtuvo un beneficio neto conjunto de 8.146,3 millones de euros hasta septiembre, un 4,6% más que un año antes, tras conocerse las cuentas del Santander, que superaron las previsiones de los analistas.”, señala la prensa local. Son bancos que han sido “salvados” -otro eufemismo para la legitimación del robo y la usura- con dinero público.

Este es el estado “democrático” a quien el señor Margallo representa y del que pretende dar lecciones. Un estado que incumple la ley y condena a miles de personas a quedarse en la calle, sin trabajo y sin casa, porque este estado sólo defiende la usura bancaria. ¿Es esto democracia, o es despojo y dictadura del capital?

Cuba sufre un bloqueo criminal desde hace más de 50 años, pero no hay ninguna familia desahuciada ni sin techo para que los bancos y los usureros hagan negocio con un derecho humano esencial. Esa es la diferencia y es una diferencia abismal. La que existe entre la justicia social y la injusticia de lo que se da en llamar democracia en estas tierras. Es el abismo que existe entre la humanidad futura y lo que necesariamente está muriendo.

Basta conocer el desarrollo de la ciencia, la salud y la educación en Cuba y después hacer una comparación con el desmantelamiento de la educación y la salud en España. En este viejo imperio con muletas la educación y la salud no son derechos sino mercancías. Basta un ejemplo cercano, mientras Cuba envía médicos al África para luchar contra el Ébola, España sirve de base militar a los 3.000 soldados americanos que han sido enviados desde las bases militares de Cádiz, e incluso cede hospitales en caso de emergencia.

Estado, monopolio de la violencia y legitimidad (La Pupila Insomne)

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Por Ángel Guerra Cabrera

Max Weber afirmó que el Estado ejerce el monopolio de la violencia por definición. Pero añadía que esa facultad debe cumplirse a través de un proceso “de legitimación”, que en el caso de las monarquías absolutas es aceptada por los subordinados como derecho divino; pero también puede provenir de un liderazgo carismático (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) o de una legitimidad racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales) que deviene en sinónimo de legalidad. De una manera sencilla y más de un siglo antes, el lúcido Rousseau establece que la legitimidad la otorga la “voluntad general” de los sometidos al poder. Versión que se aviene con el concepto moderno de democracia como gobierno “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, feliz definición de Abraham Lincoln.

Lo que ocurre con estas definiciones es que flotan en el aire si no se considera al Estado como portador del interés de las clases sociales dominantes.

En América Latina tenemos gobiernos de orientación popular y política exterior independiente de Washington, que en distintos grados representan y defienden los intereses de las clases populares. Entre ellos Cuba y los demás estados integrantes del Alba han avanzado considerablemente en instituir la participación popular en la toma de decisiones sobre políticas públicas. Pero también los gobiernos de Argentina, Uruguay y Brasil escuchan al pueblo y tratan de abrirle canales de participación en las decisiones.

Mientras tanto, México, Colombia, Perú y Chile, miembros de la Alianza del Pacífico, se reconocen como aliados de Estados Unidos y su política exterior e interior responde, aunque no siempre totalmente, a los dictados de Washington.

Israel: Matarás, matarás y nadie te condenará (Contrainjerencia)

Fuerzas de ocupacion - Palestina

Leandro Albani

Por Leandro Albani

Otra vez las tropas israelíes son responsables por el asesinato de un palestino. Con este hecho, Tel Aviv viola la tregua acordada luego de la invasión a Gaza a mediados de año. Mientras tanto, el Estado hebreo continúa con su política de expansión territorial.

Violando la tregua establecida meses atrás con el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, las Fuerzas Armadas israelíes asesinaron este domingo a un campesino en el este del campo de refugiados de Jabalya, cercano a la frontera con la Franja de Gaza. El hecho fue revelado por el ministerio palestino de Salud.

Según esa entidad, la víctima es Fadel Mohammed Halawa, de 32 años de edad. El portavoz de los servicios de emergencia palestinos, Ashraf Al Qudra, agregó que la bala impactó al joven en la espalda y fue probablemente disparada desde una torre de vigilancia militar cercana. Medios internacionales indicaron que los familiares de Halawa declararon que el joven había salido en busca de aves cantoras para luego venderlas en los mercados de Gaza.

Desde el 8 de julio y el 26 de agosto de este año, Israel desató una nueva invasión sobre la Franja de Gaza, en la que fueron asesinados 2143 palestinos y más de 10 mil resultaron heridos. Los ataques israelíes tuvieron como objetivo desbaratar el reciente acuerdo de unidad entre Hamás y Al Fatah, organización que dirige la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Aunque la invasión israelí tuvo la condena internacional, las fuerzas hebreas utilizaron armamento prohibido por la legislación internacional.

El mismo 26 de agosto, Hamás junto a otras organizaciones político-militares palestinas firmaron una tregua y alto el fuego con Tel Aviv, que permitiera dar un respiro a la población gazatí. A una semana de este acuerdo, las Fuerzas Armadas israelíes abrieron fuego contra un grupo de pescadores que se encontraban frente a las costas de Gaza. La agencia de noticias Maan recogió el testimonio de los pobladores del lugar, quienes denunciaron que “barcos de guerra israelíes dispararon sus armas automáticas contra sus botes mientras estaban faenando en las seis millas náuticas permitidas” por Israel. En ese momento, Israel justificó el ataque a través de un portavoz del Ejército que explicó que “los pescadores palestinos se desviaron de la zona de pesca acordada”, por lo cual las Armada efectuó “varios disparos de advertencia al aire”. Al ser consultada sobre cuánto se desviaron los pescadores, la portavoz se negó a responder.

El 6 de noviembre pasado, la Organización de Naciones Unidas (ONU) reveló que en lo que va de 2014, Israel asesinó un total 2262 palestinos en los territorios de Gaza y Cisjordania. En el último reporte de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) se advirtió que las pérdidas de vidas por la violencia y ataques ordenados desde Tel Aviv multiplican varias veces las conocidas en idéntica etapa de 2013, cuando ascendieron a 22.

La política de la agresión