Mediante un comunicado, el Frente Nacional Campesino denunció el armado de una causa penal y torturas por parte de efectivos de la Unidad Especial de Asuntos Rurales (UEAR) de la Policía de la Provincia de Formosa contra el compañero Ermindo Penayo, militante del Movimiento Campesino de Formosa (MOCAFOR).
Según afirmaron, el pasado 9 de enero se presentaron 8 efectivos de la policía provincial, junto a 4 civiles armados, violentando la puerta de entrada del campo de la familia Penayo, cuyos miembros sufre el hostigamiento y los intentos de desalojo por parte de la empresa ganadera de los Cabanella.
Sostuvieron que "se trata de una violenta estrategia de intimidación llevada adelante por efectivos de la UEAR en complicidad de civiles que procedieron a plantar supuestas pruebas dentro de la tierra de los Penayo para involucrar, torturar y detener arbitrariamente a los miembros de la familia que son dueños legítimos de esas tierras".
De acuerdo a la información recibida, el compañero se encontraba en el puesto San Jorge, zona de Montelindo Chico, de General Belgrano, junto a su esposa e hijos, su hermano Marcial y dos sobrinos. A las 13.30 hs. sale del puesto a caballo para llegar a la margen de la Ruta Provincial Nº 23, cuando advierte la presencia de 4 personas que se dirigían al puesto. Al ser preguntarles que hacían en su campo, les respondieron que 3 de ellos eran policías de la UEAR y el último, un civil llamado Domingo Daniel Sánchez, con el objeto de concretar un allanamiento junto a otros efectivos policiales.
Dichos efectivos le obligan a Ermindo para que los acompañe hasta un monte "donde estaban tirados (plantado) dos (2) cueros de vacunos con señal y caravana del establecimiento ganadero ' Pértigo Roto ' ”, según aseguraron. Allí le comunican que tenían una denuncia en su contra "por parte de una empresa ganadera que lo acusaba por hurto de ganado mayor" y que, por lo tanto, debían detenerlo. Simultáneamente, su hermano Marcial se encuentra con otros tres efectivos de civil; uno de ellos, que se identifica como Subcomisario Bernal, le manifiesta que "están haciendo un allanamiento porque existe una denuncia por abigeato contra los Penayo por parte de la empresa ganadera dueña del establecimiento ' Pértigo Roto ' ”. Al exigirse la orden de allanamiento, el referido oficial le responde que no necesita orden judicial por escrito por cuanto contaba "con la autorización verbal del juez Mauriño de la ciudad de Clorinda"
Posteriormente, denunciaron que "los policías conducen a Ermindo y Marcial al lugar donde estaban plantados los cueros, les acusan de que ellos robaron y les presiona para que se hagan cargo…" Ambos hermanos rechazaron las acusaciones, tras lo cual vuelven al puesto San Jorge por solicitud de agua para beber por parte de los policías intervinientes.
Según afirmaron, luego "separan a Ermindo de Marcial a unos 70 metros". Los policías golpean a Ermindo primero y luego, a su hermano, con golpes de puño y patadas, denunciaron. En el mismo acto, los efectivos policiales les dicen "que los van a golpear hasta que reconozcan que ellos se dedican al robo y comercialización de ganado de las empresas de la zona".
Marcial logra escapar de los policías que lo golpean, "mientras a Ermindo lo echan al suelo, le patean, le pisan la cabeza, la columna y lo estrangulan, en tanto otros le siguen pateando…" para, luego, arrastrarlo esposado y atarlo "a un árbol de palo mataco". Ambos hermanos quedaron "detenidos y custodiados en el lugar por 3 efectivos" mientras "una comisión policial sale a recorrer nuevamente el campo y a rodear animales"
Cerca de las 18:00 hs., regresan los efectivos policiales al puesto San Jorge y sacan caminando a los hermanos Penayo hasta la Ruta Provincial 23, ubicada aproximadamente a 2,5 km. Una vez llegados al portón, los obligan "a abordar una camioneta particular, Toyota Hilux doble cabina color gris, conducido por un empleado del establecimiento ' Pértigo Roto ', identificado como Fernando Saucedo" para trasladarlos "hasta el puesto de vigilancia de la Policía de la Provincia, ubicado en el paraje El Resguardo, sobre la Ruta Provincial 23", según denunciaron.
En dicho puesto policial, afirmaron, "el Subcomisario Bernal informa a Ermindo y Marcial Penayo que la denuncia contra ellos fue radicado el 1º de enero del presente año, por lo cual eran acusado de abigeato, en ese mismo momento les dice que Ermindo va a seguir detenido y que Marcial debe retirarse del lugar, para concretar el procedimiento el Subcomisario hace subir nuevamente a Marcial a la camioneta Toyota Hilux gris, conducido por el personal de la empresa ganadera del establecimiento “pértigo roto”, y lo hace trasladar hasta el puesto San Jorge".
Posteriormente, "Ermindo Penayo es subido en una Ford EcoSport, supuestamente perteneciente a quien decía ser el Subcomisario Bernal". Nuevamente, cuando se dirigían a la localidad de Palo Santo, le insisten “que reconozca que es el autor de los robos de ganado del establecimiento ' Pértigo Roto ' ” porque "de lo contrario lo matarían a golpes"
"A la altura del riacho Pilagas, por la Ruta 23, paran el vehículo y bajan a Ermindo, lo llevan al arroyo para torturarlo nuevamente pero el arroyo estaba semi seco". Luego, lo colgaron "de una mano a un árbol que está en la ribera" para continuar golpeándolo hasta dejarlo inconsciente. Posteriormente, lo sueltan y cuando recupera la conciencia, lo vuelven a golpear. El mismo Ermindo recuerda que "los golpes más crueles" eran propinados por "los efectivos policiales Cardozo y Bóveda".
No les bastó con la golpiza. Según la denuncia efectuada, "lo vuelven a alzar al vehículo Ford EcoSport, siguen camino a la localidad de Palo Santo, nuevamente amenazan a Ermindo con ahogarlo en el estero el Pylá (un estero que queda próximo a Palo Santo)". A metros de Palo Santo, "lo vuelven a bajar pero esta vez para lavar sus partes ensangrentadas" y luego trasladarlo al hospital de dicha localidad, "donde es inspeccionado por una médica de turno", quien realizó "un informe médico acorde a los intereses de los policías presentes", afirmaron.
Alrededor de las 22.00 hs., "los efectivos de la UEAR llevan a Ermindo a la comisaria de Palo Santo, pero su ingreso a esa comisaria quedó asentado como que fue a las 20.00 hs.; lo encierran en un calabozo junto a otros detenidos que ya se encontraban en el lugar, lo vuelven a sacar del calabozo y obligan a Ermindo a declararse culpable de abigeato y a que firmara dicha declaración". Según afirmaron, el compañero "una y otra vez se niega a declararse culpable y a firmar cualquier declaración falsa".
"Minutos más tarde, el Policía Cardozo se hace presente en la comisaria acompañado de un sujeto desconocido", quien "es el encargado de aplicarle 3 inyecciones a Ermindo en un lapso de 2 horas en contra de su voluntad". Destacaron que el compañero estaba muy dolorido por la golpiza, lo cual fue aprovechado por los policías de la UEAR, sostuvieron. "Luego de esto Ermindo no recuerda nada hasta el martes por la mañana", enfatizaron.
El martes 10 de enero, el "oficial de turno de la comisaria de Palo Santo le toma las huellas digitales a Ermindo y rellena una planilla con datos personales", aduciendo la necesidad de hacerlo por ser "trámites de rigor…". En horas de la mañana, una abogada pide el traslado del compañero a la Comisaría de General Belgrano y su urgente libertad. Cabe destacar que la sensación térmica alcanzó los 47º en dicha zona.
Al día siguiente, "luego de que se haga presente el empleado del establecimiento ' Pertigo Roto ' los policías de la comisaria de Palo Santo trasladan a Ermindo Penayo con el móvil policial al hospital local". Allí "es atendido normalmente por un médico de turno" y luego, con "personal policial de El Resguardo presente en la comisaria de Palo Santo junto al empleado del establecimiento ' Pértigo Roto ' ", lo trasladan "en la misma camioneta Toyota Hilux gris, conducida por el empleado del establecimiento ganadero ' Pertigo Roto ' Fernando Saucedo".
En esta oportunidad, el compañero continúa esposado y es acompañado por su hermano Eusebio Penayo. En el Puesto de Vigilancia de El Resguardo, "el Subcomisario Bernal hace abordar a Ermindo y Eusebio la Ford EcoSport y les traslada hasta la comisaria de Gral. Belgrano", donde el compañero recupera su libertad.
No obstante, el pasado jueves 12, al presentarse el compañero en el juzgado a cargo del Juez Dr. Julio Raúl Mauriño, de la ciudad de Clorinda, le informan "verbalmente" que ha sido imputado en una causa por abigeato, "y que no deberá salir de su domicilio a más de 25 km"
El MOCAFOR repudió este accionar ilegal por parte de los mencionados efectivos de la Policía de la Provincia de Formosa y solicitaron que el Gobierno provincial adopte las medidas necesarias del caso, que cese la complicidad policial con los terratenientes y las prácticas de los procedimientos ilegales, tales como la tortura sufrida por el compañero Ermindo Penayo, como también consideraron estos hechos como una constante provocación al Movimiento.
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